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Aciertos y desaciertos: Osvaldo Dorticós

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Aciertos y desaciertos: Osvaldo Dorticós

Febrero 28, 2021 - 04:11
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Dotado de alta formación profesional y elevada capacidad de trabajo, fue apodado popularmente como 'Cucharita'.

Osvaldo Dorticós Torrado (Cienfuegos, 1919-La Habana, 1983). Abogado y político. Dotado de alta formación profesional y elevada capacidad de trabajo. Presidente del Colegio de Abogados de Cuba. Miembro del Partido Socialista Popular. Comodoro del Yacht Club de Cienfuegos. Coordinador del Movimiento 26 de Julio en esa ciudad. Detenido y exiliado en México. Ministro encargado de la Ponencia y Estudio de las Leyes Revolucionarias. Presidente de Cuba de julio de 1959 a diciembre de 1976. Vicepresidente del Consejo de Ministros. Presidente del Banco Nacional, de la Junta Central de Planificación y Ministro de Justicia. Miembro de la Dirección Nacional de las Organizaciones Revolucionarias Integradas y del Partido Unido de la Revolución Socialista. Miembro del Comité Central, del Secretariado y del Buró Político del Partido Comunista de Cuba y diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El contexto

Las medidas implementadas por el Gobierno revolucionario en medio de la Guerra Fría, al afectar los intereses geopolíticos y económicos de EEUU, generaron contradicciones que, aprovechadas por la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) coadyuvaron al giro de la revolución hacia el totalitarismo; contexto en que Osvaldo Dorticós fue designado presidente. Desde esa subordinación, con la revolución convertida en fuente de derecho, desempeñó un papel activo en la sustitución de la Constitución de 1940 y la implantación de la Ley Fundamental del Estado Cubano, a partir de la cual, en ausencia de la división de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, todas las decisiones del país fueron trazadas y tomadas por el jefe de la revolución.

Elena Mederos Cabañas, ministra de Bienestar Social del Gabinete de Manuel Urrutia, calificó a Dorticós como "inapreciable jefe nominal del régimen revolucionario cubano, que le dio estabilidad, continuidad y formalidad en las ocasiones en que hizo falta". Popularmente, se le bautizó con el apodo de "Cucharita", porque ni pinchaba ni cortaba.

Los hechos

Durante su presidencia ocurrió una secuencia de acontecimientos que definieron el rumbo de la revolución. A grandes rasgos fueron los siguientes:

En 1959: la idea de extender la lucha revolucionaria al resto de la región. El resultado nulo de las entrevistas sostenidas por Fidel Castro con el secretario de Estado y el vicepresidente de Estados Unidos. La Primera Ley de Reforma Agraria. La compra por la URSS de cientos de miles de toneladas de azúcar como "gesto solidario". La propuesta de Cuba de un nuevo tratado comercial con EEUU, y al mismo tiempo, la prohibición a los bancos cubanos de hacer préstamos a los ingenios azucareros propiedad de estadounidenses.

En 1960: el líder de la revolución dijo que esperaba una mejoría en las relaciones con EEUU, a la vez que se intervinieron miles de hectáreas de tierra propiedad norteamericana. La visita a Cuba del vicepresidente del Consejo de Ministros de la URSS, Anastas Mikoyan y la firma de los primeros convenios. La orden del presidente estadounidense Dwight Eisenhower, de preparar una fuerza armada de exiliados cubanos. La expropiación de las tierras de la United Fruit Company. El restablecimiento de las relaciones diplomáticas con la URSS. La reducción de la cuota de azúcar que EEUU compraba a Cuba y la disposición de la URSS de adquirirla. La declaración del primer ministro de la URSS, Nikita Jrushchov, de que los artilleros rusos podían defender a Cuba. La nacionalización de las empresas norteamericanas radicadas en la Isla. El embargo decretado por EEUU: así hasta desembocar en la ruptura de las relaciones diplomáticas entre los dos países en enero de 1961.

Entre 1961 y 1962 ocurrieron otros hechos que agudizaron el conflicto: el desembarco por Bahía de Cochinos, la declaración del carácter socialista de la revolución y la instalación en Cuba de los cohetes soviéticos de largo alcance, que colocaron al mundo al borde de la guerra nuclear.

En materia de relaciones internacionales, Dorticós representó a Cuba en la primera Conferencia de Países No Alineados, en Belgrado (1961); en la reunión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA), en Uruguay (1962); en la Asamblea de las Naciones Unidas (1962), donde anunció que Cuba tenía armas nucleares y esperaba no tener que utilizarlas; en la toma de posesión del presidente Héctor José Cámpora, en Argentina (1973); presidió la delegación cubana a la segunda reunión de jefes de Estado y Gobierno de los Países No alineados, en Egipto (1964); inauguró la Primera Conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad, en La Habana (1967); junto a Fidel asistió en el centenario del natalicio de Vadimir Ilich Lenin, en Moscú (1971); y en 1973 visitó Argentina, Chile y Perú.

En esa secuencia de hechos, nacionales e internacionales, que definieron el camino hacia el totalitarismo, Dorticós tuvo una destacada actividad, pero de apoyo. Por ejemplo, en el proceso de unificación del partido, expresó: "la creación de estos órganos de dirección responde a una idea desenvuelta por Fidel... que es una evidencia de su alta calidad de dirigente... Fidel es y era nuestro guía, nuestro dirigente; guía y dirigente de un Partido Integrado por una sola clase de comunistas…". En 1964, parafraseando las palabras de Fidel "Dentro de la revolución todo, contra la revolución nada", dijo: "Nuestra idea principal ha sido la de plena libertad para los que apoyan a la revolución, nada para los que se oponen a ella". Y en 1966, en la Conferencia de Solidaridad de los Pueblos de África, Asia y América Latina, repitió la idea que Fidel había adelantado en 1959: "no es el conjunto de las luchas individuales... sino la lucha única, unánime y sin fronteras de todos los pueblos de América Latina contra su enemigo natural común: el imperialismo norteamericano".

Consecuencias de los hechos citados

—Desaparecidos los partidos políticos republicanos en 1962, el Partido Socialista Popular (PSP), el Directorio Revolucionario 13 de Marzo (DR-13-M) y el Movimiento 26 de Julio (M-26-7) conformaron las Organizaciones Revolucionarias Integradas (ORI), las que en 1963 se convirtieron en el Partido Unido de la Revolución Socialista (PURS) y este, en 1965, en el Partido Comunista de Cuba (PCC), con el líder de la revolución como secretario general.

—Eliminada la diversidad de las asociaciones juveniles que existían antes de 1959, en enero de 1960 se fundó la Asociación de Jóvenes Rebeldes (AJR), a la que en octubre de ese año se integraron las organizaciones juveniles del M-26-7, del DR-13 de Marzo y del PSP; y en su primer congreso, en abril de 1962, tomó el nombre de Unión de Jóvenes Comunistas (UJC). En ese año se fundó la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), la que en 1967 se convirtió en la Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM); mientras la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) perdió su independencia al desaparecer la autonomía universitaria.

—En enero 1959 la Confederación de Trabajadores de Cuba (CTC) fue disuelta y sustituida por la Central de Trabajadores de Cuba Revolucionaria (CTCR). En su X Congreso, en noviembre de 1959, el secretario general, David Salvador Manso, planteó que los trabajadores no habían ido a ese evento a plantear demandas económicas sino a apoyar a la revolución. En el XI Congreso, en 1961, el movimiento obrero quedó bajo control del Estado y la CTC convertida en brazo auxiliar del PCC.

—En fecha tan temprana como 1925, en Cuba se efectuó el II Congreso Nacional de Mujeres con la asistencia de 71 asociaciones. Esa diversidad, que en 1958 era aún mayor, desapareció. Las restantes en 1959 se agruparon en la Unidad Femenina Revolucionaria, la que, en agosto de 1962, se convirtió en la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

—En enero de 1961 las asociaciones campesinas fueron sustituidas por la Asociación Nacional de Colonos, la cual pasó a denominarse Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP). Y en octubre de 1960, comenzando por la Asociación de Hacendados de Cuba, un total de 44 asociaciones de empresarios fueron liquidadas.

—Las agencias cablegráficas y las emisoras de radio y televisión fueron nacionalizadas en noviembre de 1960. En la prensa plana quedaron los periódicos Revolución y Noticias de Hoy, los que en 1965 se fundieron para crear el Granma. Los demás órganos fueron ocupados por el Gobierno.

—En 1961 se nacionalizó la enseñanza. En ese mismo año se trazó la línea a seguir por los intelectuales: "Dentro de la revolución todo, contra la revolución nada". En 1962 se crearon la Editora Nacional de Cuba y el Instituto Cubano de Radio y Televisión, y en 1967 el Instituto del Libro. Así la producción de libros, y la difusión radial y televisiva pasaron al Estado. La enorme red de cines quedó bajo control del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC).

—En las relaciones de propiedad, la concentración comenzó con la Ley de Recuperación de Bienes Malversados. Continuó con las leyes de reforma agraria que pasaron al Estado el 70% de las tierras cultivables del país; con la nacionalización de todas las compañías estadounidenses, las grandes empresas nacionales, y con la Ofensiva Revolucionaria de 1968, se liquidaron las últimas 55.000 micros, pequeñas y medianas empresas de producción y de servicios, y con ellas todo vestigio de independencia económica.

A manera de conclusión

Cuba, ubicada geográficamente al lado de EEUU —la mayor potencia militar económica y científica del mundo—, al alinearse con la URSS se convirtió en su enemiga. El mundo estuvo al borde de una guerra nuclear. Se impuso una sola ideología y un único partido, refrendados constitucionalmente. Y el país retrocedió económica y tecnológicamente. La sociedad civil —fundamentos de la participación ciudadana—, gracias a la cual la República avanzó en la primera mitad del siglo XX, fue desmontada y sustituida por un sistema de asociaciones creadas por y desde el Gobierno-Partido-Estado. En consecuencia, desapareció el concepto de ciudadano, lo que se reflejó en el desinterés, la apatía, el éxodo, la improductividad, el desabastecimiento y las interminables colas en las que hoy el pueblo invierte la mayor parte de su tiempo.

La ausencia de esos requisitos, entre otros factores, explica que después de 17 años en el poder, Dorticós pudo ser sustituido por la misma fuerza que lo designó, sin tener que rendir cuenta al pueblo de su responsabilidad. Esta enseñanza, que emana de su mandato, inexcusablemente hay y habrá que tenerla en cuenta en la nueva Cuba que está pujando por emerger.

Lo ocurrido demuestra que en ausencia de las libertades, el poder del presidente, aunque se trate de una persona con magnífica formación profesional, como fue el caso de Osvaldo Dorticós Torrado, al quedar subordinado a otro poder superior, bien sea a una persona, una ideología o un partido político, o a una combinación de esos tres factores, su poder resulta nominal. Tan fatal resultado, sin negar su dolencia en la columna vertebral, debe haber sido una causa contribuyente a la decisión de suicidarse.

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