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Aciertos y desaciertos: Miguel Díaz-Canel

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Aciertos y desaciertos: Miguel Díaz-Canel

Marzo 21, 2021 - 12:37
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Es el primer cubano nacido después de 1959 que, con casi 30 años menos que su predecesor, ocupa la silla presidencial.

Miguel Mario Díaz-Canel (1960). Ingeniero electrónico y político. Profesor de la Universidad de Las Villas. Cumplió misión internacionalista en Nicaragua. Secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) en Villa Clara en 1989. Segundo secretario del Comité Nacional de la UJC en 1993. Secretario del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en Villa Clara en 1994. Miembro del Buró Político del PCC en 1997. Primer secretario del PCC en Holguín en 2003. Ministro de Educación Superior en 2009. Vicepresidente del Consejo de Ministros en 2012. Primer vicepresidente del Consejo de Estado en 2013. Sustituyó a Raúl Castro como presidente de los Consejos de Estado y de Ministros en 2018. Designado presidente de Cuba por la Asamblea Nacional del Popular (ANPP) el 10 de octubre de 2019.

El balance de su labor como presidente de la República no ha concluido. No obstante, sus características, proyecciones y acciones permiten algunas conjeturas que el tiempo se encargará de confirmar o rechazar.

Díaz-Canel, integrante de un pelotón de potenciales sustitutos fue el único que arribó a la meta. Es el primer cubano nacido después de 1959 que, con casi 30 años menos que su predecesor, ocupa la silla presidencial. El hecho de no haber participado en las acciones del cuartel Moncada, del yate Granma, la lucha armada, los fusilamientos de 1959, el desmantelamiento de la institucionalidad y la confiscación de las propiedades, podría favorecerlo ante un proceso de transición interna y de normalización de las relaciones con EEUU. Su talón de Aquiles está en que, a diferencia de Raúl y de Fidel, quienes encontraron una economía en crecimiento y se legitimaron por las armas, Díaz-Canel asumió una economía en crisis terminal, carece de la legitimidad de las urnas y de tiempo para introducir los cambios.

Con esa combinación de "ventajas" y "desventajas" recibió la misión de sacar al país de la crisis sin desechar el modelo que la generó. Un propósito inalcanzable, pues para lograrlo tendría que cambiar todo lo que tiene que ser cambiado; es decir, remplazar el modelo causante de la crisis; lo que a su vez implicaría romper con la misión encomendada y con los que lo designaron y tener el control de las Fuerzas Armadas, de la economía y del PCC.

Sus visitas constantes a las provincias, aunque puedan ser útiles, resultan insuficientes para llegar al pueblo. Para ello se requiere ser elegido por el voto popular y ofrecer las libertades para que los funcionarios no tengan que explicar a los productores como se cultiva y se crían los animales. Mucho menos declararse "continuidad", cuya única lectura, en el caso de Cuba, es admitir que representa la continuidad del fracaso.

Manifestaciones antes de ocupar la Presidencia

En el Consejo de Dirección del Ministerio de Educación, en abril de 2014, dijo: "Vamos a dar un poco de libertad para que cada maestro diseñe su aula... que eso es lo que dice la pedagogía moderna".

En el primer Taller Nacional de Informatización y Ciberseguridad, en febrero de 2015, planteó que internet "constituye una acción necesaria para el desarrollo de la sociedad... al servicio de la construcción del socialismo próspero y sostenible".

En la Comisión de la política cultural de la ANPP, en julio de 2015, dijo: "la política cultural de la Revolución cubana es garantía de la soberanía nacional... el Ministerio de Cultura es el ente rector de su aplicación".

En el seminario "El trabajo político ideológico en las condiciones actuales", el 13 de febrero de 2017, amenazó con la censura y el cierre de OnCuba (una plataforma informativa con sede en Miami); atacó a CubaEmprende, un proyecto de la Iglesia Católica para formas empresarios independientes; amenazó a los negocios que hacían alegorías de La Habana de los años 50; planteó que para las próximas elecciones habría proyectos que buscan posesionar a gente contrarrevolucionaria como candidatos... Y avisó que ya se estaban dando pasos para desacreditar todo eso.

Esas cuatro manifestaciones develan que las decisiones se deciden desde el poder y subordinadas a la ideología. "Todo desde el Estado, nada fuera del Estado". Sin embargo, OnCuba no cerró y CubaEmprende continuó su marcha, lo que arroja dudas de su poder real o de sus posibles intenciones.

Al ocupar la Presidencia

En el discurso de toma de posesión planteó "cambiar todo lo que deba ser cambiado"; pero no se refirió al modelo fracasado, al partido único o a la ausencias de libertades ciudadanas para participar activamente en los destinos de la nación.

En otro momento del discurso dijo: "La revolución no es una lucha por el presente, la revolución es una lucha por el futuro...la tarea número uno tiene que ser el futuro". Pero antes del futuro están los problemas del presente: escasez de productos básicos, tragedia habitacional, el estado deplorable del transporte, la corrupción generalizada y el incesante éxodo de los jóvenes. Habría que preguntar a los cubanos si están dispuestos a continuar sacrificándose en la tierra para alcanzar el paraíso en el cielo, o primero solucionar los problemas que los agobian.

El estado de la economía

En abril de 2018, en su condición de presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, realizó una gira por Rusia, China, Vietnam y Laos en busca de recursos para la maltrecha economía cubana; pero a pesar de cierta afinidad política, las economías de esos países se rigen por las reglas del mercado.

El contrato firmado con Rusia por 260 millones de dólares para modernizar el sistema ferroviario cubano, tres centrales eléctricas y una planta metalúrgica, fue suspendido en diciembre de 2020. En total 50 de 60 proyectos fueron detenidos, entre ellos el de la modernización de la estructura ferroviaria, el suministro de locomotoras y de piezas de repuesto, y se canceló la reunión de la Comisión Intergubernamental Rusia-Cuba por dilación de la parte cubana.

En abril de 2019, seis meses antes de asumir la presidencia, el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, brindó una visión de los enormes obstáculos a enfrentar en la economía: fuertes restricciones financieras; atrasos en el pago de algunas deudas que impiden el adecuado funcionamiento de la economía y la consecución de los créditos previstos en el plan; ineficiente cumplimiento del proceso inversionista; niveles de inversión extranjera por debajo de las necesidades; pronóstico de incumplimiento del plan de importaciones al no lograrse concretar los créditos; no se alcanzan "los ingresos en divisas previstos; compleja situación de escasez de abastecimiento de líneas económicas fundamentales para la población; déficit de fertilizantes y plaguicidas para la agricultura" (Juventud Rebelde, 14 de abril de 2019).

El resultado hasta hoy

A pesar de las medidas tomadas y del Ordenamiento Empresarial, la economía no ha mejorado, ni mejorará con una anunciada Ley de Soberanía Alimentaria si no se acometen las transformaciones necesarias para asegurar dicha soberanía.

La zafra azucarera 2019-2020 fue desastrosa y la de 2020-2021 no llegará al millón de toneladas. Para comprender el descalabro basta citar los siguientes datos. En 1894 Cuba sobrepasó el millón de toneladas. En 1897, resultado de la Guerra de Independencia, la producción descendió a 212.000 toneladas. En 1903, recién salida de la guerra, con el 83% de los ingenios azucareros destruidos y el 90% de la caña sembrada, se rebasó nuevamente el millón de toneladas. Sin embargo, la zafra actual, sin guerra y sin tea incendiaria, es la peor de los últimos 118 años. Cuba se encuentra nuevamente ante una disyuntiva: cumplir los compromisos internacionales y comprar azúcar para cubrir parte de las 600-700.000 toneladas destinadas al consumo nacional, lo que agudizará la ya insostenible crisis financiera.

El plan de construcción de viviendas de 2020 se incumplió y se acaba de informar que el de 2021 arrancó mal. En enero se cumplió solamente el 2% del plan.

La represión

La represión contra el periodismo, el activismo político, las manifestaciones culturales y cualquier otra expresión que no responda la línea trazada por el poder ha colocado al Gobierno en una situación insostenible que lo coloca en una posición incómoda ante la comunidad internacional. Los hechos antes y después de lo ocurrido con el Movimiento San Isidro, como las manifestaciones de noviembre de 2020 y enero de 2021 frente a la sede del Ministerio de Cultura, entre otras muchas acciones, demuestran el renacimiento cívico que se está produciendo. A ese renacer se unen las crecientes manifestaciones de inconformidad y/o protestas en diversos sitios del país, que constituyen un peligro potencial mientras las causas originarias no encuentren soluciones.

La dependencia

En una sesión de trabajo de la Comisión Agroalimentaria del Parlamento, el 11 de abril de 20019, Díaz-Canel dijo: "cualquier análisis que se realice tiene que pasar por las reflexiones contenidas en el discurso del general de Ejército Raúl Castro Ruz durante la proclamación de la Carta Magna en la ANPP el 24 de febrero de 2019"; una evidencia de la ausencia de libertad para actuar que lo llevó a ese tipo de declaración. Algo similar a lo ocurrido en 2008, cuando Raúl Castro solicito a la ANPP "que las decisiones de especial trascendencia continuaría consultándolas al líder de la Revolución".

A manera de conclusión

Es prematuro hablar de aciertos y desaciertos respecto al Gobierno de Díaz-Canel, pero se puede asegurar que los presidentes de Cuba tienen que resultar del voto libre de los ciudadanos; que el cambio de personas es inútil sin llenar de contenido la declaración de "cambiar todo lo que deba ser cambiado", lo que implica desechar el modelo fracasado pues la salida de la crisis es imposible desde el modelo que la generó.

Cuba no requiere de continuidad, sino de progreso, algo imposible sin los cambios estructurales. Se necesitan de las libertades cívicas, políticas y económicas para que los cubanos, emprendedores y dotados de un alto nivel de instrucción, puedan desarrollar su iniciativa para el mejoramiento personal y familiar, la única forma de lograr el mejoramiento de la nación.

Las medidas a tomar por el actual presidente no pueden satisfacer a quienes lo designaron. Tiene que elegir entre la misión encomendada y las necesidades de la nación, para lo cual el tiempo está agotado. Como ocurre en el fútbol, está en tiempo complementario.

Se impone pues, la democratización, no como un acto de rendición ante el "enemigo", sino como reconocimiento de los derechos y libertades del pueblo cubano: el paso de la tierra en usufructo a propiedad privada o cooperativa, la eliminación de los monopolios del comercio interior y exterior, la creación de pequeñas y medianas empresas, el otorgamiento de personalidad jurídica y la contratación libre de la fuerza de trabajo, entre otras.

El mandato de Miguel Díaz-Canel está inconcluso. Su resultado final depende de muchos factores. Ese es su reto. Lo demás lo dirá el tiempo.

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