El Decreto-Ley 35: totalitarismo contra libertad de expresión
El sueño totalitario de monopolizar el poder ha chocado en todas las épocas y lugares con un obstáculo insalvable: el control previo de las libertades, especialmente la de expresión. Los intentos en ese sentido han fracasado en todas las épocas y lugares por una razón sencilla: la fuente de la libertad de expresión radica en el interior de los seres humanos, un lugar inasequible a tales intenciones.