Início » Artículos » La otra cara de la enseñanza en Cuba

La otra cara de la enseñanza en Cuba

Time to read
5 minutes
Read so far

La otra cara de la enseñanza en Cuba

Mayo 13, 2022 - 16:17
Posted in:

Durante décadas, Cuba se ha presentado ante el mundo como abanderada en el campo de la educación. Este el primer trabajo de una serie dedicada al tema.

Desde el año 1959, como parte del desmontaje de la institucionalidad existente, el Gobierno cubano comenzó un proceso de adoctrinamiento ideológico y violación sistemática de la libertad académica en los centros de educación superior, de la cual cientos de profesores y alumnos resultaron víctimas.

A pesar de esa política, el monopolio establecido sobre los medios de comunicación permitió que, durante décadas, Cuba se presentara ante el mundo como abanderada en el campo de la educación.

En julio de 2020 el Observatorio de Libertad Académica (OLA) emprendió una misión investigativa exhaustiva y la presentación documentada de un informe mensual sobre dichas violaciones —contadas por las víctimas y no por los victimarios—, que constituye una valiosa labor de justicia y de recuperación de la memoria histórica.

La estructura de los informes es la siguiente: el análisis de cuatro casos, dos recientes (2010-2020) y dos históricos (1959-2010); la revisión de una normativa violatoria del derecho a la libertad académica; y el análisis de un discurso de figuras gubernamentales relacionado con la enseñanza y las universidades. A este último aspecto —el análisis de discursos sobre el tema— dedicaré varios trabajos. El primero de ellos, a manera de introducción, es la siguiente reseña acerca de la enseñanza en Cuba antes y después de 1959.

La educación en Cuba hasta 1958

Las primeras instituciones de enseñanza que se establecieron en Cuba fueron el Seminario San Ambrosio, la Real y Pontificia Universidad de San Gerónimo, el Colegio San José, el Seminario San Basilio Magno y la Sociedad Amigos del País.

Las ideas de la Ilustración, introducidas en Cuba por el gobernador Luis de las Casas entre 1790 y 1796, recibieron un fuerte impulso con José Díaz de Espada, nombrado obispo de La Habana en 1800, quien al asumir la dirección de la Sociedad Amigos del País estableció una sección de Educación para inspeccionar la enseñanza e introdujo los métodos pedagógicos más avanzados de aquella época.

La Sociedad Amigos del País introdujo en 1794 un plan de reforma de la educación primaria. Se fundaron dos escuelas libres para niños blancos limitadas a 200 matrículas cada una, que se sumaron a otras 39 que ya existían en La Habana que tenían una matrícula de 1.700 niños (de ellos 600 del Convento de Belén). De ahí arrancó el sistema de educación libre en Cuba.

Desde esa época hasta 1898 los pocos avances que Cuba exhibió en materia educativa estuvieron fundamentalmente a cargo de la enseñanza privada. Las ideas de libertad, que tomaron cuerpo en las guerras de independencia se enseñaron en esa escuela.

En la República, de 1902 a 1958, la enseñanza fue desarrollada conjuntamente por la escuela pública, la privada y la sociedad civil. El analfabetismo se redujo del 57% en 1902 al 23% en 1953. Cuba fue el primer país latinoamericano en relación al por ciento del presupuesto dedicado a la educación, lo que ubicó a la Isla entre los países más avanzados de América Latina.

La cantidad de centros educacionales en 1958 demuestra el salto alcanzado: 21 institutos de segunda enseñanza; seis Escuelas Normales para la formación de maestros de primaria; nueve escuelas profesionales de Comercio; 11 Escuelas del Hogar para capacitar a las maestras de trabajos manuales y de economía doméstica; una Escuela Nacional de Bellas Artes; tres escuelas de Artes Plásticas; tres de Artes y Oficios; 1.597 kindergartens (preescolar); 1.824 escuelas primaria elementales urbanas y 4.114 rurales; 108 escuelas primarias superiores (secundarias); 736 centros de enseñanza privada, seis escuelas de Agricultura; 350 clubs de Enseñanza Agrícola; un Instituto Militar y Centro Superior Tecnológico; tres universidades públicas y varias privadas, entre ellas la Universidad Católica de Santo Tomás de Villanueva y la de Tecnología de La Salle. El país contaba con unos 20.000 profesores y 500.000 alumnos aproximadamente.

Las limitaciones del sistema de enseñanza en la República estuvieron en el mal manejo de los fondos públicos dedicados a esta esfera y la pobre atención a las zonas rurales; pero sus bases quedaron creadas en los 56 años que van de 1902 a 1958.

La instauración del totalitarismo

Lo ocurrido después de 1959 se corresponde con el guion establecido por Carlos Marx: conquistar el poder, destruir el Estado burgués e implantar una dictadura, denominada del proletariado. La diferencia radicó en que el Partido Comunista (PCC) en Cuba no engendró a la revolución, sino que fue engendrado desde ella.

Los revolucionarios, al tomar el poder, desmontaron la institucionalidad existente. En febrero de 1959 sustituyeron la Constitución de 1940 por la Ley Fundamental de la República; unos estatutos con los cuales se rigió al país hasta 1976.

Como el sistema totalitarismo es incompatible con una educación como la que existía en Cuba, en el año 1961 comenzó su eliminación. En febrero de ese año,  el presidente Osvaldo Dorticós declaró inaceptable la "neutralidad política" entre los educadores y comenzó la intervención de los colegios católicos. En marzo, el ministro de Educación, Armando Hart, acusó a los colegios católicos de fomentar la contrarrevolución, y Fidel Castro acusó a la Iglesia Católica de contrarrevolucionaria. En mayo se anunció que todas las escuelas privadas serían nacionalizadas y que los sacerdotes extranjeros que fueran maestros serían expulsados del país. Como colofón, en junio de 1961 se promulgó la Ley de Nacionalización de la Enseñanza, con la cual todo pasó al control absoluto del Estado. Ese control que se incrementó en la década del 70, primero con el sistema de "la escuela al campo", después con la "escuelas en el campo", el aumento del adoctrinamiento ideológico y la disminución de la influencia familiar.

La Plataforma Programática del PCC, aprobada en 1975, definió la concepción marxista-leninista y los principios ideológicos y morales del comunismo como fundamentos de la política educacional.

La Constitución de 1976, la primera después de 1959, retomó lo estipulado en la Plataforma Programática y definió, en el Artículo 5 al PCC como "fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado"; y en el Artículo 38 estableció que "la política educativa y cultural se atiene a la concepción científica del mundo establecida y desarrollada por el marxismo-leninismo; la enseñanza como función del Estado, dirigida a la formación comunista de las nuevas generaciones". Es decir, primero el PCC estableció la ideología marxista-leninista como fundamento de la educación y después la Constitución de 1976 le otorgó rango constitucional.

A manera de conclusión

El sistema totalitario, cuya esencia es la conversión del ciudadano en súbdito, requería del monopolio sobre la educación, propósito que se manifestó diáfanamente a partir de declararse el carácter socialista de la revolución en 1961.

Sobre esa base comenzó un proyecto de ingeniería social dirigido a la formación del "hombre nuevo" mediante el adoctrinamiento ideológico en la enseñanza, potenciado por los medios de comunicación en manos del Estado.

Uno de los mayores resultados de esto ha sido la exclusión de profesores y alumnos por discrepar o no someterse a la voluntad del Partido-Estado-Gobierno.

Relacionado: