Las subvenciones soviéticas -65 mil millones de dólares en 30 años- tres veces más de lo que recibió América Latina de la Alianza para el Progreso y los millones prestados por el Club de París y otros países capitalistas, cuya mayor parte ha sido condonada, cayeron en saco roto.
La demostración
Hace unos días, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parilla, en respuesta a la decisión del gobierno norteamericano de suspender por dos semanas el Título III de la Ley Helms-Burton, escribió en un tuit: esa Ley es una aberración, jamás debió existir, viola el Derecho Internacional, daña a toda Cuba, a cada familia.
La salida de la crisis en que está sumida la economía cubana requiere de grandes inversiones. Pero las medidas emprendidas hasta hoy para atraer capital no han dado resultado. La subordinación de la economía a una ideología y la falta de voluntad política lo han impedido.
Leyes y decretos-leyes
La ineficiencia del modelo implantado -una de cuyas manifestaciones fue el fracaso de la zafra de los 10 millones de toneladas en 1970- se solapó durante décadas con las subvenciones basadas en la afinidad ideológica, mientras el desmontaje de la institucionalidad se justifico con el enfrentamiento al "enemigo".
