El reto del Gobierno sin Fidel
Fidel Castro Ruz imprimió su sello personal a Cuba durante décadas. Con un poder absoluto e imbuido de una elevada dosis de mesianismo, populismo y voluntarismo decidió el destino de varias generaciones. Emprendió importantes obras sociales, pero estancó la economía e hizo retroceder las libertades ciudadanas. El Gobierno bajo su dirección ancló al país en el pasado y desaprovechó las oportunidades de cambio que ofrecieron los diversos y continuados fracasos. Su muerte, en el momento y las condiciones en que se produjo, no puede dejar de tener un fuerte impacto en la sociedad.