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Transición demográfica en Cuba: una tragedia nacional

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Transición demográfica en Cuba: una tragedia nacional

Enero 12, 2022 - 09:14
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Miguel Díaz-Canel se reunió con miembros de la Academia de Ciencias para 'solucionar' el problema del envejecimiento poblacional.

La dinámica demográfica fue el tema central de la tercera reunión, celebrada el pasado 27 de diciembre, entre el presidente Miguel Díaz-Canel y miembros de la Academia de Ciencias de Cuba.

Contradictoriamente, a la vez que el presidente calificó al envejecimiento poblacional como una conquista, "resultado de lo que ha hecho la Revolución en todos los ámbitos", se habló de estudiar una veintena de medidas para estimular la natalidad y de abordar el problema en una reunión conjunta del Buró Político del Partido Comunista (PCC) y el Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros.

Entre las medidas anunciadas para contrarrestar el envejecimiento poblacional se encuentran: estimular la natalidad; mayor atención a las mujeres embarazadas; la asignación de viviendas a madres con tres o más hijos; el incremento de capacidades en círculos infantiles; una mayor atención a las parejas infértiles y a las familias encargadas del cuidado de los menores; reincorporación al trabajo a las personas de la tercera edad, y otras similares.

Los dos factores fundamentales del envejecimiento poblacional en Cuba son la emigración creciente y fecundidad decreciente.

La cuantiosa emigración

El movimiento migratorio es un reacomodo geográfico que ocurre cuando las condiciones naturales o sociales de un lugar impiden la satisfacción de las necesidades de los habitantes y/o amenazan sus vidas.

Para controlar la emigración el Gobierno revolucionario implantó en 1961 el "permiso de salida" y reguló el tiempo de permanencia en el exterior; reglamentó la incautación de los muebles, inmuebles o de cualquier otra clase de valor a quienes abandonan el país y los tildó de traidores a la patria y a la nación. Sin embargo, el éxodo continuó: desvíos de naves marítimas o aéreas, huida hasta en trenes de aterrizaje de aviones, penetración en sedes diplomáticas, y deserciones de cualquier misión al exterior.

Entre 1960 y 1962 con la Operación Peter Pan, unos 14.000 niños fueron sacados de Cuba.  En 1965 el líder de la Revolución abrió el puerto de Camarioca, en Matanzas, "para que se fuera todo el que lo desease". El resultado entre los que salieron en barcos y los que lo hicieron por vía aérea hasta 1973 sumaron 260.000 cubanos.  En 1980 miles de cubanos irrumpieron en la embajada de Perú y, como parte de las medidas represivas, se instituyeron los abominables actos de repudio como procedimiento "disuasivo". A pesar de todo ello, otros 125.000 cubanos abandonaron la Isla.

En 1994 varias residencias diplomáticas fueron invadidas por cubanos, se produjeron varios secuestros de embarcaciones marítimas y el 5 de agosto miles de habaneros se manifestaron en las calles contra el Gobierno, lo que se conoce como "El Maleconazo". Ante el hecho, Fidel Castro acusó a EEUU y, de forma similar a 1965 y 1980, dijo: "o se toman medidas o no obstaculizaremos a aquellos que vienen a buscar a sus familiares". Como resultado aproximadamente 33.000  cubanos más escaparon de la Isla.

El pasado año, el Gobierno nicaragüense anunció la entrada de los cubanos que deseen viajar a su país sin visa. Inmediatamente cientos y cientos de cubanos comenzaron a vender sus pertenencias para adquirir boletos, a pesar de los elevados precios. A la vez cientos de cubanos tratan de llegar a Europa Occidental a través de Rusia y los Balcanes. Y aumenta el número de los que escapan por mar en frágiles embarcaciones.

A los anteriores grupos se añade la fuga de profesionales. Baste citar a los galenos que salen a misiones de salud y a los deportistas que viajan a competiciones al exterior. En estos últimos es alarmante la cifra de peloteros que han escapado últimamente. Por datos oficiales se ha conocido que en los últimos seis años unos 635 peloteros abandonaron el país. Y en los primeros cinco días del presente 2022 otros cuatro han seguido ese camino.

Por último, la expulsión de Cuba a los que disienten, constituye una política de Estado, como se ha manifestado a través de tiempo hasta el día de hoy.

La baja fecundidad

La fecundidad mínima (de reemplazo) para que una población no disminuya en el tiempo se sitúa en 2,1 hijos por mujer como promedio. En Cuba esa tasa descendió entre 1960 y 2019 de 4,19 a 1,6 hijos por mujer. La causa de tan pronunciada disminución radica en el empeoramiento de las condiciones de vida y la falta de perspectivas, que ha obligado a la mujer cubana a aplazar la decisión de tener hijos.

Si la emigración ha lanzado fuera de nuestras fronteras cerca de dos millones de cubanos, en su gran mayoría comprendidos en la edad laboral, a la vez que la tasa de fecundidad disminuye, dos factores que afectan fundamentalmente a los grupos de edades de 0 a 14 años y de 60-65 años, se está generando una deformación insostenible que constituye la principal causa de la conversión de Cuba en un país de ancianos, lo que representa una amenaza real al futuro de Cuba.

La reunión del presidente Díaz-Canel con miembros de la Academia de Ciencias trató de cómo aumentar la natalidad, pero no de cómo disminuir el éxodo de la población. Era de esperar: la causa de una emigración tan masiva comenzó en Cuba en 1959, con la implantación del totalitarismo. Y siempre que se habla de la emigración cubana, el régimen vuelve a insistir en la responsabilidad de EEUU y, con ello, demora peligrosamente la solución del problema.

Porque, además de la pérdida de vidas humanas y de las separaciones familiares, el decrecimiento de la población y la descapitalización de profesionales representan una bomba de tiempo, con graves consecuencias para la nación cubana. Su prolongada duración, la diversidad sociológica de los emigrados y el daño antropológico causado, constituyen razones suficientes para enfrentar las verdaderas causas del envejecimiento poblacional: el modelo totalitario caracterizado por ausencia de libertades y el control totalitario del Estado sobre las cosas y las personas que impide la realización de las aspiraciones de los jóvenes en dentro de Cuba tiene que ser desmontado.

La transición demográfica a la cubana, a diferencia de la de los países desarrollados, es realmente una crisis demográfica que apunta a una tragedia nacional.