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'Elecciones' en la crisis más profunda que vive Cuba

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'Elecciones' en la crisis más profunda que vive Cuba

Febrero 10, 2023 - 10:14
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En las 'elecciones' municipales de 2022, el voto de castigo se elevó hasta el 38,90% del electorado, y en La Habana aproximadamente al 50%.

El Consejo de Estado de Cuba convocó a "elecciones generales" para designar los 470 diputados que a partir del 26 de marzo de 2023 conformarán la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP).

Para que el lector entienda lo que tal convocatoria significa, enumeraré siete aspectos relacionados con el mismo.

- Las elecciones son procesos en el que los electores designan, entre una pluralidad de candidatos con programas diversos, a los que ocuparán los cargos públicos. Se trata de un ejercicio que en las sociedades democráticas constituye una de las formas legítimas en que los ciudadanos participan activamente en la vida pública.

- La pluralidad de candidatos es sinónimo de pluralidad de opciones. En Cuba, donde constitucionalmente existe un solo partido político, la opción se reduce a elegir entre personas, no entre programas, lo cual explica que los aspirantes se presenten ante el elector mediante una síntesis biográfica sobre los estudios o trabajos realizados, su pertenencia a alguna de las organizaciones permitidas y el cumplimiento de las tareas que les fueron asignadas.

- Las elecciones son una manifestación de la voluntad popular en el quehacer político que abren, al ciudadano, el acceso al poder institucional y a su ejercicio. En Cuba la Constitución declara que el Partido Comunista, "organiza y orienta los esfuerzos comunes en la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista". Sin embargo, a pesar de que ese proyecto ha conducido a la pobreza material y espiritual de los cubanos, el que no comparta ese principio ideológico, queda excluido.

- La igualdad de oportunidades de elegir y ser elegidos, de formar sus preferencias y expresarlas públicamente —un requisito para que la participación ciudadana sea efectiva—, resulta imposible cuando los derechos y libertades solo se pueden emplear para apoyar y defender al sistema político establecido; sistema, que constitucionalmente está declarado "irrevocable". Como si la historia de Cuba hubiera terminado.

- Las últimas elecciones libres competitivas se celebraron en Cuba en 1948. (Las elecciones de 1954 y 1958, por las condiciones en que se celebraron, aunque fueron multipartidistas, no se pueden calificar como libres y democráticas.) Como para participar en ellas se exigía haber cumplido los 20 años de edad, los que votaron en esa oportunidad fueron los nacidos antes de 1928. Por tanto hoy, solo los mayores de 95 años, si es que conservan la memoria, tienen una experiencia sobre elecciones.

- El 8 de enero de 1959 el líder de la revolución aseguró que se iba a convocar a elecciones en "el más breve plazo de tiempo posible". Sin embargo, al mes siguiente, el 7 de febrero, la Constitución de 1940 fue sustituida por la Ley Fundamental del Estado Cubano, con la cual la promesa se convirtió en aquella consigna: "Elecciones para qué".

- Las elecciones son una manifestación de la soberanía popular; un concepto que Rousseau, en El Contrato Social o Principios del Derecho Político (1762), definió así: "de la unión de las personas para defender y proteger sus bienes emana una voluntad general que convierte a los contratantes en un cuerpo colectivo político. Al ejercicio de esa voluntad general, devenida poder, se le denomina soberanía y al sujeto que la ejerce, es decir, al pueblo, soberano". "Precisamente –expresó Fidel Castro en su defensa durante el juicio por el asalto al cuartel Moncada– en esta filosofía se alimentó nuestro pensamiento político y constitucional que fue desarrollándose desde la primera Constitución de Guáimaro hasta la de 1940".

Esos siete aspectos, históricos y conceptuales, indican que lo que ocurrirá el 26 de marzo, no califica como elecciones.

El procedimiento

La Constitución vigente establece que la soberanía reside en el pueblo, pero que la misma es ejercida "por medio de las Asambleas del Poder Popular y demás órganos del Estado que de ella se derivan". Es decir, la soberanía se desplaza del pueblo a instituciones, cuyo funcionamiento es tan sencillo como engañoso.

En las reuniones de vecinos a mano alzada se eligen los candidatos a delegados de circunscripción. De ellos los que resultan ratificados conforman las Asambleas Municipales del Poder Popular (AMPP), donde  termina la supuesta soberanía del pueblo.

Los plenos de las organizaciones de masas —Central de Trabajadores de Cuba (CTC), Comités de Defensa de la Revolución (CDR), Federación de Mujeres Cubanas (FMC), Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP), Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y Federación de Estudiantes de la Enseñanza Media (FEEM)— están facultados por la Ley electoral para proponer los precandidatos a la ANPP. En este paso, según el diario Granma del pasado 20 de diciembre, la CTC hizo 920 proposiciones, los CDR 342, la FEU unos 300, la FEEM 200 y así sucesivamente. Lo interesante es que esas propuestas no tienen que haber sido elegidas previamente por el pueblo.

Las Comisiones de Candidaturas —integradas por las mismas organizaciones de masas—son la que conforman las candidaturas finales, con potestad para incluir en ellas hasta la mitad de los candidatos sin necesidad de que hayan sido electos por el pueblo. Se trata pues, de un sistema diseñado para aparentar elecciones y garantizar la continuidad, pues los plenos de las organizaciones de masas y las Comisiones de Candidatura responden al poder establecido. Por tanto, las figuras que ocupan los cargos determinantes no tienen que provenir de los elegidos a nivel de circunscripción, pues las Comisiones de Candidaturas garantizan su presencia.

Finalmente los aspirantes al Parlamento son distribuidos por los 169 municipios, donde los "electores" en cada uno de ellos eligen a los candidatos a diputados que luego integrarán los órganos centrales del poder y sus más altos cargos. Por ejemplo, un candidato "elegido" por el municipio de Santa Clara puede ser el Presidente del país, con sólo el 0,21 del total de  cubanos con derecho al voto. Así de sencillo es la peculiaridad del sistema electoral cubano.

"Elecciones" en medio de la crisis más profunda

Las "elecciones" del 26 de marzo tendrán lugar en medio de la crisis más profunda de la historia de Cuba, con un pueblo inmerso en una pobreza creciente, permanentes protestas públicas y un éxodo masivo, lo que ha puesto a la orden del día la merma de gobernabilidad y el debate de que si Cuba es o no un Estado fallido. Una de las manifestaciones de tal estado de cosas fueron las "elecciones" municipales del 27 de noviembre de 2022, cuando el voto de castigo se elevó hasta el 38,90% del electorado, y en la capital del país a la mitad de los cubanos aproximadamente.

Por lo anterior el Gobierno, para realmente legitimarse está obligado a cambiar el sistema electoral y, con él, al modelo totalitario impuesto. Pero en su lugar, en ausencia de voluntad política, ha optado por transitar al modelo oligárquico de Rusia como única forma de conservar el poder y sus privilegios.

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