Cuba en el V Clásico Mundial de Béisbol: El 'Team Asere' indica el camino
De 30 integrantes del equipo al V Clásico, 29 juegan o pertenecen a equipos profesionales y solo uno, el lanzador guantanamero Yeudis Reyes, juega en la Isla.
El equipo cubano al V Clásico Mundial de Béisbol 2023, bautizado como "Team Asere", después de sufrir dos derrotas consecutivas frente a Países Bajos e Italia, se impuso a Panamá y Taipéi de China, llegó a cuartos de final y, con la victoria frente Australia, se incluyó en las semifinales.
Unos días antes del inicio del Clásico, en la edición 65 de la Serie del Caribe, el equipo Agricultores, campeón de la Primera Liga Elite de la pelota cubana, perdió seis juegos de manera consecutiva y terminó en la última posición.
La diferencia cualitativa entre ambos equipos radica en la distancia que hay entre la pelota profesional y la que se juega en la Cuba de hoy. De 30 integrantes del equipo nacional al V Clásico, 29 juegan o pertenecen a equipos profesionales y solo uno, el lanzador guantanamero Yeudis Reyes, juega en la Isla.
Los siguientes datos resultan ilustrativos: 1- Después de la Primera Serie Mundial de Béisbol Amateur, celebrada en Londres, de las cinco siguientes efectuadas en La Habana, Cuba se impuso en cuatro; 2- De las 12 ediciones de la Serie del Caribe que tuvieron lugar entre 1949 y 1960, Cuba se impuso en 7; 3- De diez topes con equipos de estudiantes estadounidenses entre 1987 y 1996, Cuba ganó ocho.
Después de la prohibición de la pelota profesional en el país, en las Series del Caribe realizadas de 2014 a la fecha, Cuba se coronó en una sola oportunidad. En los topes con los estudiantes estadounidenses, entre 2012 y 2018, la Isla perdió cinco de siete juegos. En los clásicos mundiales de béisbol, en 2006 se ubicó en segundo lugar. En 2009 retrocedió al sexto, en 2013 terminó en la quinta posición y en 2017 cayó al séptimo puesto. En la presente edición, cayó en semifinales y se despidió del torneo con tres victorias y tres derrotas.
Cuba es el único país que no permite a sus peloteros, muchos de ellos destacados en la pelota profesional, integrar la selección nacional en las lides del orbe. Sin embargo, en la tercera edición del Clásico (2013), por ejemplo, participaron más de 150 peloteros de ligas profesionales, de ellos 115 de Grandes Ligas. Después del fracaso del equipo cubano en el IV Clásico se puso a la orden de día el debate acerca de la conformación de un equipo unificado con atletas de la Isla y de las Grandes Ligas.
Una mirada retrospectiva
La Dirección General Nacional de Deportes y Educación Física, creada en 1938, fue reemplazada en 1961 por el Instituto Nacional de Deporte, Educación Física y Recreación (INDER). Desde ese momento, la pelota profesional fue abolida en Cuba, el Estado asumió todos los gastos relacionados con el deporte a cambio de que los atletas, convertidos en gladiadores, lo representasen en las competencias internacionales. Para ello la fidelidad al "Gobierno revolucionario" se convirtió en requisito inviolable.
El 2 de enero de 1967, Fidel Castro exclamó: "Se erradicó el deporte profesional y, sobre todo, se erradicó en aquel deporte que era uno de los más populares: la pelota (…). Pero lo más interesante es que jamás ningún deportista profesional cuyo negocio es el deporte, jugó con tanto entusiasmo, con tanta entereza, con tanto coraje, como el que llevan a cabo nuestros deportistas, que no son profesionales".
En octubre de 1975, cuando los equipos cubanos se imponían al resto de los equipos de la región, el líder de la Revolución expresó: "Si en otros países de América Latina no existe la revolución social, no se desarrolla la revolución social, por mucha técnica, por muchos entrenadores que contraten, por muchas cosas que inventen, no podrán obtener los éxitos que obtiene Cuba en el deporte".
Lo que no tuvo en cuenta, sin embargo, fue que esas victorias en casi todos los deportes fueron posibles por las subvenciones soviéticas. La prueba de ello es que en los Juegos Olímpicos de Múnich (1972), año en que Cuba ingresó al Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME) se ocupó el lugar 14 en el medallero y en Barcelona (1992), Cuba ascendió hasta el quinto lugar. Sin embargo, 16 años después, en Río de Janeiro (2016) retrocedimos hasta la posición 18.
La pelota bautizada como "esclava" demostró ser superior a la "libre" y cientos de jugadores cubanos reiniciaron el camino a las Grandes Ligas, desde 1980: el santiaguero Bárbaro Garbey, quien escapó por el puerto de Mariel, y el pitcher habanero René Arocha encabezaron el desfile.
En 1991, Arocha inauguró la fuga de los miembros activos de la selección nacional cubana de béisbol. Desde entonces, a pesar de las medidas represivas, las fugas han sido incontenibles. Según cifras oficiales, alrededor de 400 jugadores han desertado desde el año 2014. Es decir, hoy tenemos más estrellas cubanas en la Grandes Ligas que antes de 1959.
Esos talentos cubanos, que participan en las Ligas Mayores y Menores, han sido impedidos de integrar un equipo unificado con los que juegan en la Isla. Los únicos perjudicados con tal decisión han sido Cuba y su deporte nacional: la pelota.
Algo de historia
El béisbol comenzó a jugarse en Cuba a mediados del siglo XIX. Alrededor de 1868 se creó el equipo Rojos del Habana. En 1874 se jugó el primer partido registrado con estadísticas. En 1878 se fundó el Almendares Baseball Club y durante 1907-1908, los peloteros cubanos se imponían a equipos profesionales de Estados Unidos.
Los peloteros de Cuba brillaron en las Grandes Ligas: José de la Caridad Méndez le propinó 25 ceros consecutivos a los Rojos de Cincinnati y fue manager del Kansas City; Adolfo Luque impuso en 1927 el récord de 27 victorias y 8 derrotas, y Miguel Ángel González fue el primer latinoamericano que dirigió una novena de Grandes Ligas.
En 1947 se inauguró el estadio del Cerro con capacidad para más de 30.000 aficionados. Pasó a ser la sede legítima de la pelota cubana en la temporada de 1948 a 1949. Cuba contaba con 98 jugadores en Grandes Ligas y 68 integraron el Salón de la Fama. Con las trasmisiones radiales primero y las televisivas a partir de 1950, la pelota devino pasión, se incorporó a la mitología y se consolidó como el deporte nacional
El acuerdo firmado entre la Federación Cubana de Béisbol (FCB) y las Grandes Ligas de Béisbol de Estados Unidos (MLB) en 2018, aunque permitía a los peloteros cubanos contratarse con equipos profesionales norteamericanos, sin perder la residencia ni su vínculo con la pelota nacional, enfrentaba un gran obstáculo: la Liga Japonesa de Béisbol Profesional, la Organización Coreana de Béisbol y la Liga China de Béisbol Profesional son organizaciones y clubes privados con los cuales la MLB tiene contratos similares; mientras la FCB es gubernamental, como todas las asociaciones permitidas en Cuba.
Conclusión
Si a los profesionales cubanos que participaron en el V Cásico se unen las estrellas de la Isla que brillan en la MLB, Cuba podrá volver a ocupar el lugar que tuvo hasta que se calificó de esclava la pelota profesional y se prohibió a los cubanos participar en la misma.
Se enfrenta el dilema y se corrige el rumbo tomado o se renuncia a brillar como antes. El llamado "Team Asere" marcó el inicio del camino. Lo que falta por recorrer depende de la voluntad política del Gobierno cubano: devolver a la pelota la libertad de la cual gozó hasta la creación del INDER en 1961.